Como para el resto de la Familia Claretiana, el Corazón de María es para los Seglares Claretianos la advocación particular desde la que vivimos nuestra espiritualidad mariana.
Claret vivió su vocación como prolongación de la maternidad del María y, todos nosotros estamos llamados a vivir en esa misma clave, en cada una de nuestras realidades particulares.
Si quieres saber más de lo que supuso la espiritualidad del Corazón de María en Claret, puedes descargarte un documento sobre ello aquí.