Nuestra Iglesia está embarcada desde el pasado mes de octubre en un itinerario sinodal, al que ha sido convocado todo el Pueblo de Dios. Nuestro Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre cuál es nuestro papel real dentro de nuestra Iglesia, y cómo nos debemos articular unos con otros desde nuestras diferentes realidades, vocaciones, carismas y servicios, para ser verdaderamente el cuerpo místico de Cristo que san Pablo describe en la primera carta a los Corintios (1 Cor 12:12-27).
En fidelidad a nuestro carisma y a nuestra vocación, como Movimiento hemos querido participar de manera decidida en este proceso, de acuerdo a nuestro compromiso con la Iglesia, y con el servicio que queremos prestar a su misión evangelizadora. De hecho, uno de los principios propios de nuestra identidad claretiana es nuestra opción por construir una Iglesia comunitaria y participativa, tal y como está recogido en el numero 27 de nuestro Ideario.
Por ese motivo, desde el Consejo General hemos estado alentando a todas las comunidades y regiones del Movimiento a que se impliquen activamente en el trabajo que se está desarrollando en su Iglesia local, a través de sus parroquias y diócesis. Pero además, conforme a nuestra configuración como asociación internacional de fieles laicos reconocida por la Iglesia, también hemos considerado importante realizar una reflexión a nivel general, y aportar a la Secretaría del Sínodo nuestra visión como Movimiento desde la singularidad de nuestro carisma. Para ello, desde el Consejo General decidimos convocar a un grupo de seglares claretianos que fuera representativo de la variedad social, cultural y generacional del Movimiento, para que nos ayudara a realizar este discernimiento en nombre de todas nuestras comunidades.
Entre los seglares invitados a conformar este grupo se encontraban los representantes elegidos por cada región junto a tres representantes de las comunidades sin región -para aportar una reflexión desde diferentes perspectivas territoriales y culturales- junto a miembros de anteriores Consejos Generales -para aportar una perspectiva histórica y global-. A todos ellos se les propuso descubrir los signos del Espíritu que identificamos en nuestra experiencia como movimiento eclesial, reflexionando desde una mirada claretiana y seglar las dos preguntas que nos plantea la consulta Sinodal:
¿Cómo estamos viviendo desde el Movimiento el “caminar juntos” como Iglesia, en nuestra comunión, participación y misión?
¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro “caminar juntos” como Movimiento, como familia claretiana y como Iglesia sinodal?
Y para compartir las conclusiones de su reflexión, se les convocó a una única reunión virtual, que tuvo lugar el pasado sábado 26 de febrero. Fue un encuentro muy enriquecedor y gratificante que nos permitió acercarnos poco a poco a una realidad que es común, pero que presenta muchas caras y se manifiesta de múltiples maneras. Una realidad en la que todos coincidimos en reconocer nuestro carisma como un gran don que hemos recibido del Espíritu para ponerlo al servicio de la Iglesia; en valorar nuestra experiencia de vivir la fe en comunidad como una gran fortaleza y un perfecto instrumento de sinodalidad eclesial; y también, en sentir la urgente llamada del Espíritu a evangelizar y perseverar sin descanso en el anuncio de la Palabra de Dios en medio de las trabas y obstáculos que nos presenta el mundo de hoy.
Con las aportaciones compartidas en la reunión, y las que se reciban por parte de los representantes de los grupos no hispanohablantes -a quienes se invitó a enviar sus reflexiones por escrito-, el Consejo General extraerá unas conclusiones a modo de síntesis, que se enviarán a la Secretaría del Sínodo en el Vaticano en nombre del Movimiento, y que también nos servirán a nivel interno para proponer líneas de trabajo que nos ayuden a avanzar en nuestro propio camino sinodal como Movimiento, ahondando en nuestra comunión, participación y misión, colaborando en la renovación de la Iglesia a partir de nuestra propia conversión.
RECORRER Y SER CAMINO DE VIDA
Con todo esto fuimos convocados bajo el lema de “Recorrer y ser camino de Vida”, y con tres claves en el horizonte: cuidar vínculos, sanar heridas y tender puentes. Además fue una asamblea atípica a la vez que innovadora, por la situación de la pandemia en esas fechas en Sevilla se celebró una Asamblea con participación presencial en Sevilla y participación remota sincronía. En este último caso los participantes de la Asamblea pudieron participar, compartir, orar, como los participantes de manera presencial. Fue todo un regalo de Dios que nos pudiéramos juntar más de 75 seglares entre los dos modelos de participación.
Entre mascarillas y test comenzamos la Asamblea en la tarde del viernes, tarde que estaba centrada en el “cuidar vínculos”, repasamos las memorias del Consejo y se explicó el funcionamiento de la Asamblea. En la mañana del sábado Juan Carlos Martos CMF nos dio una charla sobre el “sanar personas”, centrándolo en tres puntos, existe una sanción que únicamente Dios puede ofrecernos, que debemos sentirnos sanados y desear que otros lo sean y, por último, que todos estamos invitados a tener capacidad sanadora. La charla fue un auténtico regalo para la Región y para el movimiento. Podéis verla en este
Posteriormente tuvimos un tiempo personal y una dinámica de trabajo por grupos.
Nos tocó marcar las líneas de los próximos tres años de la región. Fue una tarde densa, con mucho contenido, emociones, sueños y donde, puedo asegurar, que el Espíritu nos sopló claramente en repetidas ocasiones sobre lo que necesita la Región en este momento. Ahí cerramos el sábado, casi una hora fuera de horario, cansados pero con mucho trabajo hecho.
El domingo comenzamos con dos pequeñas intervenciones, en la línea de “tender puentes”, la primera sobre el Encuentro de Familia Claretiana celebrado a primeros de diciembre, en la que quedó claro que tenemos mucho que crecer y que conocer de la riqueza de la Familia Claretiana y su palabra dentro de la Iglesia. Y la segunda por parte de Proclade Bética, en la que nos presentaron la realidad actual de la ONG Claretiana con la que llevamos relacionándonos tanto tiempo, una forma diferente, complementaria y una llamada a la unidad y al crecer juntos.
Posteriormente pasamos a la votación del nuestro nuevo Consejo Regional. Desde estas líneas también agradecer a Nieves Sabina, Pedro Pardo y Juanjo García CMF por estos siete años de servicio. Ha sido un regalo para la región y un testimonio de servicio y entrega por los demás seglares. El nuevo consejo lo componen Cristina López de la (Seglares Claretianos El Pilar - Tenerife) como Secretaria regional, siendo la primera elegida dentro de un consejo participando de manera online. Mariona Sosa (Comunidad CES - Las Palmas) como vocal de formación y Gabriel Ponce CMF como miembros nuevos del consejo. Fran Abelaira (Comunidad Bismillah - Málaga) y Luis Martinez (Comunidad María - Sevilla) salieron reelegidos en los servicios que estaban desarrollando, vocal de economía y comunicación respectivamente.
Como conclusión: ¡Dios ha estado grande con la Región Bética! ¡Dios ha estado grande con los Seglares Claretianos!
Ahora nos queda ponernos a caminar juntos en este camino de Vida apasionante que tenemos por delante.
¡Viva el Padre Claret! Y ¡viva los Seglares Claretianos!
Luis Martínez SC
Estos días se ha compartido la carta vocacional que han escrito Cristina Guanilo y Bruno La Hoz, seglares claretianos del grupo Meraki de Perú. En ella nos cuentan su recorrido vocacional y lo que en ese camino han ido descubriendo. Es un bonito testimonio para todas y todos los jóvenes que están buscando dar sentido y plenitud a su vida.
Agradecemos a Cristina y a Bruno que hayan querido compartir este descubrimiento vocacional.