"Rafa Guzmán siempre vivió su servicio misionero desde los mismos pilares que Claret marcó en su oración, desde el corazón, como una flecha.
Tenía con Dios un Corazón de Hijo: Su ser Misionero Claretiano por Vocación y Focolar por convicción. Apasionado por el misterio de la Eucaristía, como un niño que adora a su padre.
Tenía consigo mismo un Corazón de Juez. Siempre fue una persona que no dejaba a nadie indiferente, creaba en torno a él amores y tensiones. Con un gran ardor desde una gran auto-exigencia, pero también un gran sufrimiento desde la perspectiva que vivía de Jesús Abandonado. Luchador infatigable por la Unidad en la Iglesia desde el mandato de Jesús.
Y con todos nosotros abría su Corazón de Madre. El ejemplo de María siempre era referencia constante para él y para su misión. Todo desde el corazón. Tanto nos quería que se metía hasta la cocina, y formaba parte de nuestras familias. Por eso no ha sido un simple compañero o amigo, ha sido y es nuestro hermano, tío, abuelo, padre... y por eso nos duele su ausencia como algo propio, que nos ha sido arrebatado de golpe. Porque nos quería con tanta fuerza, y desde la libertad que le daba la fe, que no se callaba (como Claret), y decía lo que sentía, lo que le salía del corazón. Y siempre porque creía que eso nos ayudaría a cumplir la voluntad de Dios. A veces de sopetón, tanto que podía doler. Pero ante ese dolor siempre estaba ahí, atento, cercano, y si era necesario pidiendo perdón desde una humildad fruto de la entrega y el sacrificio continuos al plan de Dios, aunque a veces decía no entender nada."
La fiesta de Pentecostés es un marco idóneo para renovar el envío que Jesús Resucitado nos hace con la fuerza de su Espíritu Santo a ser portadores de buenas noticias allí donde vivamos.
Nos toca ahora a cada uno poner rostro, palabra, obra... a ese envío.
Hermosa misión la nuestra.
Felicidades.
(Tomado de zenit.org)
Al recibir oficialmente la bandera de Cáritas Internationalis como nuevo presidente de la Confederación, el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, afirmó que “el amor es real”. Esta fue la exhortación con la que concluyeron las sesiones de trabajo realizadas en Roma en el marco de la XX Asamblea General y que contó con la participación de más de 400 representantes de 165 Cáritas nacionales de todo el mundo.
Recién elegido presidente, el purpurado filipino aseguró que "al comienzo de nuestra Asamblea, el papa Francisco nos ha dado palabras inspiradoras de cara a ampliar nuestro trabajo. Con el lanzamiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la nueva encíclica sobre ecología y medio ambiente, en la perspectiva de la reunión de la ONU sobre el cambio climático que tendrá lugar en París a final de año, la prioridad del trabajo de Cáritas será poner a la familia humana y la dignidad humana en el centro del desarrollo".
Con respecto a los ODS, el mensaje final adoptado por la Asamblea General declara que "ningún objetivo debe considerarse válido a menos que sus beneficios alcancen a todos los grupos sociales. Se trata de algo fundamental y que la estrategia centrada en la persona esté en el centro". El mensaje insta a los gobiernos a mirar más allá de sus fronteras y a reconocer el imperativo moral que es inherente en el cuidado de la creación.
Los delegados de Cáritas han llamado también la atención sobre la difícil situación de los cristianos que sufren persecución religiosa en Siria e Iraq, así como de los migrantes y los refugiados en todo el mundo. "Instamos a los gobiernos a facilitar refugio y corredores humanitarios, en lugar de levantar vallas, muros o programas de interceptación en el mar".
Además de la elección del cardenal Tagle como nuevo presidente y del austríaco Alexander Bodmann como nuevo tesorero, la Asamblea confirmó al francés Michel Roy como secretario general y aprobó la incorporación de Sudán del Sur como nuevo miembro de la Confederación Cáritas Internacional.
Uno de los momentos de esta Asamblea con mayor carga simbólica y emotiva tuvo lugar cuando los delegados decidieron adoptar a monseñor Óscar Romero, arzobispo de El Salvador asesinado por defender a los pobres que será beatificado el próximo 23 de mayo, como patrón de Cáritas Internacional, informó este lunes la organización en un comunicado.
"Estrechar la mano de alguien, mirarle a los ojos, ofrecer una presencia cercana, remediar la soledad de una persona: estas deben ser las preocupaciones de Cáritas", señaló el cardenal Pietro Parolín, secretario de Estado de la Santa Sede, durante su homilía en una de las misas celebrada durante la Asamblea General. El purpurado italiano instó a los trabajadores de Cáritas a recordar que su "actitud personal" y "encuentro personal con la persona que está sufriendo" son una parte fundamental a la hora de llevar a cabo la misión de Cáritas.
"Detrás de cada problema social hay personas", señaló, al tiempo que invitó a la familia Cáritas a ser conscientes de la "dimensión personal de la miseria" y "a mirar con los ojos de Cristo".
Cáritas no existe sin una relación vital con la Iglesia" y ninguna conexión con "patrocinadores internacionales pueden hacer que nos desviemos de esta comunión profunda, que es nuestra identidad", añadió.
El secretario de Estado de la Santa Sede agradeció al cardenal Rodríguez Maradiaga, presidente saliente de Cáritas Internacional, sus años de servicio. Un agradecimiento que hizo extensivo a los trabajadores de Cáritas en todo el mundo, porque una actitud personal de amor "da sentido a nuestra presencia en el mundo como una continuación de la presencia del Señor". "Gracias --afirmó-- por ser el testigo directo del amor de Dios para la humanidad".