El encuentro es la excusa. El encuentro representa ese momento en el que todos queremos compartir lo que llevamos dentro. El encuentro viene de Dios. Dios sale a nuestro encuentro. Durante el fin de semana del 11 al 13 de noviembre, en Madrid, Dios salió a nuestro encuentro. Algo querría decirnos cuando hemos sido tantos Seglares Claretianos los que hemos respondido a su llamada.
No hay duda alguna de que el Espíritu Santo actúa, llama, interpela... Y para todos nosotros, bajo el lema HACED NUEVAS TODAS LAS COSAS hemos estado formándonos en el cuidado de la Casa Común, el cuidado de la Creación que el Padre nos ha regalado y que tantas veces, con gestos tanto grandes como pequeños, contribuimos a su paulatina destrucción.
Cada tres años todos los seglares de España, en sus dos regiones: Bética y Norte, nos encontramos en Madrid para tener un encuentro formativo. Se puede decir que han ido el 100% de las comunidades de Seglares tanto de la Región Bética como de la Región Norte. Ha habido comunidades más participativas y comunidades que menos. Pero eso ahora es de menor relevancia. Lo realmente importante es la respuesta que los Seglares han tenido a esta llamada de Dios.
Cuando pensamos en formación en torno a la Laudato Sii, escrita por nuestro querido Papa Francisco, quizá pensamos en interminables charlas construidas sobre una retórica ininteligible, con propuestas de acción raramente alcanzables... Pero este no es el caso, porque cuando las cosas vienen del Espíritu son claras, sencillas y factibles. Y este sí es el caso. Ha sido un encuentro de FORMACIÓN en otra onda, más en la onda de las realidades temporales que nos atañen en nuestro día a día que de una formación encauzada en lo teológico-filosofal.
El III Encuentro Bética-Norte ha estado al alcance de todos. No importaba la edad, la comunidad de referencia ni el nivel sociocultural que tuviéramos. Eso no importaba porque al Espíritu no le preocupan esas cosas.
El viernes por la tarde noche ya se respiraba un buen ambiente fraterno, idas y venidas, cargados de equipaje y dejándolo de pronto en el suelo porque hay que saludar a aquel hermano con el que hace tanto tiempo que no comparto nada, pero que cuando Dios nos junta en el camino parece que no importa ni el tiempo ni la distancia. Porque eso forma parte de la fraternidad. Y ese es el ambiente que dominó el encuentro: la fraternidad.
Aquella noche había que descansar. Mientras todos se ubicaban en sus sitios y conversaban, los Consejos Regionales de Bética y de Norte se pusieron a perfilar los últimos detalles de la preparación del encuentro, pues la distancia hace imposible la realización de ciertas tareas. Y trabajó con mucho gusto por brindarle a Dios el mayor espacio en el encuentro para que los hermanos tuvieran ese encuentro con Él.
Comenzamos el sábado, una vez desayunados, poniéndonos en manos de Dios. Que seamos claretianos no nos ciñe a una identidad cerrada e inamovible, pues son muchos los Santos que han hecho tanto bien a lo largo de la Historia de la Iglesia y sería una pena desperdiciar esa Gracia que nos ha sido concedida. En manos de San Francisco de Asís, rezando todos juntos su "Cántico de las Criaturas" arranca el grueso de nuestro encuentro. Dos ponencias nos esperan. Dos regalos de Dios durante una mañana. En primer lugar, Pedro Fernández Castelao nos hizo un desgranamiento a fondo de los mensajes más importantes que el Papa Francisco nos insta en la Laudato Sii. Conferencia llena de ideas, de realidades temporales, de cómo nos adueñamos de la Naturaleza sin tenerla en cuenta. Conferencia de esas que la atención se mantiene sola. Oímos frases tan contundentes como que somos co-creadores con el Creador, que estamos llamados a cuidar la creación, o que someter la Tierra no es devastarla. Aprendimos sobre como nuestra lógica no debe corresponderse con la lógica mundana o que debemos respetar el equilibrio entre el ser humano y la Creación.
Aquí no acaba la mañana. Continuamos con la ponencia de Raúl González Fabre, en la que aterrizamos y profundizamos en el sentido que la Laudato Sii debe tener en nuestro pensamiento y en nuestro comportamiento. Resulta curioso como los católicos no incluimos la Naturaleza en nuestro pensamiento económico, o como no caemos en la cuenta de quien ultraja a la criatura ultraja al Creador. Raúl nos hizo caer en la cuenta que las malas cosas empiezan con malas palabras. Tomando la Laudato Sii como una de nuestras referencias, pueden empezar las cosas buenas aunque no las lleguemos a ver: Siembra bueno, que ya habrá quien lo recoja.
El día continúa y es el turno de trabajar el resto de la Laudato Sii. Para esta ocasión, los Consejos regionales han preparado en colaboración con los seglares una serie de talleres en los que veremos cómo ir aplicando el texto del Papa a nuestra vida cotidiana. Comenzamos con un video-taller en el que vemos como el ser humano sólo se preocupa de sí mismo y destruye la Tierra por su propia ambición. Nadie se quedó indiferente durante los treinta minutos que duró el video.
Después de este primer taller vinieron los demás: Comercio Justo, Banca Ética, Educación para el consumo, Familias y Espiritualidad. Todos estos talleres fueron preparados por Seglares, teniendo como referencia los diferentes capítulos que componen la Laudato Sii. Es curioso como siendo una tarde intensa de trabajo, y viendo caras de cansancio tanto en los ponentes como en los participantes, la involucración de todos los seglares en estos talleres fue "in crescendo". Ideas, propuestas, re-conocer... Durante los talleres se dio mucha IN-FORMACIÓN, que no pasó desapercibida. Estoy seguro que caló en cada uno de los participantes y ponentes que hicieron de aquella frenética tarde, una tarde de encuentro con el Padre, los hermanos y la Creación que con tanto amor nos ha regalado.
El broche de oro llegó de la mejor manera, cuando el grupo de seglares de la comunidad del Pilar de Tenerife, llamados D2N2 hicieron de un concierto musical un momento intenso de oración y de acción de gracias. No hubo persona en aquella sala que no vibrara al compás de este grupo de jóvenes, que desde la gratuidad, anuncian el Evangelio a aquellos dónde los demás no llegan. Curiosamente esta es una seña de nuestra identidad como Seglares Claretianos.
Descansar hubo que descansar, pues el día del sábado fue intenso. Intenso y lleno. El domingo, después de rezar todos juntos, comenzó la puesta en común por grupos, así como la evaluación del encuentro. Si faltó o no tiempo para compartir y evaluar nunca lo sabremos, lo que sí sabemos es que se compartió mucha vida, muchas experiencias y mucho aprendizaje.
Durante la Eucaristía, Tere, malagueña de la comunidad de Bishmillah entró a formar parte de nuestro querido movimiento. Otro momento de Dios que queda grabado en nuestra retina. Aquella Eucaristía también tuvo otro tinte especial: los "Seglarines". Los hijos de los seglares tuvieron su encuentro paralelo en el que jugaron, disfrutaron y aprendieron muchas cosas sobre la Laudato Sii que pueden hacer en sus casas y en sus entornos.
Toca despedirse, con un hasta pronto por que las Cosas de Dios, son como un punto y seguido: lo mejor está aún por vivir.
Blas SC, Vocal de Comunicación del Consejo Regional de Bética